viernes, 2 de marzo de 2012

Capitulo 19: Una noche espectacular.


Después de esperar, nos subimos al avión. Antes de despegar, no paraba de mirar para todos los lados. Dani al verme así, me agarró de las manos y me dijo al oído: ‘Tranquila, que estoy aquí contigo’ y yo le respondo: ‘Gracias, te quiero’. Y con esto despegamos. Al estar en el avión, me empieza a entrar sueño y me quedo dormida con mi cabeza apoyada en el hombro de Dani mientras él, me acariciaba la espalda y me daba tiernos besos en el pelo.  
- Princesa, despierta… - me dice Dani.
- Mmm… un ratito más… - me acomodo y sigo durmiendo.
- No, vamos que ya estamos llegando.
- Vaaalee…

Aterrizamos sin problemas. Nada mas salir del avión, me quedo petrificada ante tan majestuosa ciudad.
- Cari, estás bien?
- Sí, lo que pasa es que no me lo creo que este aquí – y lo único que me atrevo a hacer es darle un beso apasionado que casi le quedo sin respiración jajaja.
- Bueno, después de este beso tan maravilloso vayamos al hotel.

Fuimos al hotel, dejamos nuestras pertenencias y nos fuimos a dar una vuelta por la maravillosa ciudad Neoyorquina, después cenamos un perrito caliente, lo típico, de los vendedores que hay por la ciudad.

Le pregunta Dani – Tienes perritos calientes? -  pero el vendedor pasa de el.


- Déjame a mi cari – el asiente – Sorry, have hot dogs?
Yes, how many would want? – me pregunta el vendedor.
- Two hot dogs.
- Ok, are 5$ - me los da y le pago – Thank you.

Le doy el suyo a Dani y me dice -  Pero que lista es mi niña – y me da un beso.
- Es lo que tiene tener una carrera

Mientras terminamos el perrito, vamos paseando y nos vamos hacia el hotel. Como fue un día muy agotador, ya que habíamos hecho el viaje, nos fuimos a la cama a dormir.
Llegó el domingo, el cumple de Dani. Hoy va a ser un gran día.
- Buenos días, amor. FELICIDADES! – y le beso.
- Buenos días, muchas gracias – me dice sonriendo.
- A la vamos, que hoy va a ser un gran día – le digo sonriendo.
- A ver que me tienes preparado…

Por la mañana estuvimos viendo la Estatua de la Libertad, comemos, nos vamos por la tarde a ve un partido de la NBA, que se que le encanta, cenamos y os vamos a una discoteca.
Nos volvemos al hotel, ahora llega la gran sorpresa. Cojo de la maleta la ropa y me voy al baño a cambiarme. Dani se pone a ver algo en la tele sobre la NBA. Cuando termino, salgo y me quedo esperando en el marco de la puerta del baño.
- Dani – digo con voz sexy.
- Que.e? – se queda embobado mirándome.

Me acerco a el y me siento a su lado. Me había puesto la lencería que me había comprado la otra vez.
- Estas segura de esto? – me dice casi rozando mis labios.
- Si. Felicidades cari, este es tu regalo fina – y corté las distancias dando le un beso.
- Te prometo… que esta… será la… mejor noche… de tu vida… - me dice entre besos.

Después de estar un rato besándonos, me lleva a la cama. Caemos en la cama, él encima mío, con cuidado de no aplastarme. Yo meto mis manos dentro de su camisa, pero no aguanto y se la desabrocho. Se la quita sin dejar de besarme, luego empiezo a desabrochar el cinturón y el pantalón, para así estar los dos en igual de condiciones. De repente, me empieza a dar besos por el cuello convirtiéndose en pequeños mordiscos que me hacen escalofríos, mientras él se ríe.
- Espera… - me dice de repente.
- Que pasa? – le digo yo sin saber que hace.
Va hacia su maleta. De ella saca una caja de preservativos.
- Ahí te he visto bien Martínez. Una cosa, tú siempre llevas por si las moscas? – le digo riéndome.
- Claaroo… por donde íbamos… -  me dice volviéndome a besar.

Seguimos y empiezo a rozar con mis manos la goma de sus boxers. Él también empieza ha rozar con sus manos mis braguitas pero no aguanta mucho y me las quita.


- Esta… segura…? – me dice con la respiración entrecortada.
- Si… - le digo yo también con la respiración entrecortada.

En cuanto menos me lo espero, me esta haciendo el amor con dulzura y suavidad, sin prisa ninguna. En la habitación del hotel donde me lleva a lo mas alto y yo a él. Sin preocuparnos de los problemas del mundo.Fundiéndonos en una sola persona. En aquella preciosa ciudad como es Nueva York.
Al terminar, me quedo apoyada en su pecho desnudo y mientras pienso en todo lo que ha pasado hace poco, me quedo dormida pero antes diciéndole una cosa


- Has cumplido tu promesa. Esta noche ha sido la mejor de toda mi vida – le beso y me quedo dormida mientras oigo su risa victoriosa y dándome un beso en el pelo.

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